Monumento a los niños de Liditz

Ahora que Lídice y el hospital Jesús Yerena están en las páginas de los periódicos nuevamente, y por razones lamentables aunque solucionables, tal vez sea oportuno recordar el origen del nombre de esta urbanización, haciendo un recuento de sus más de 65 años de historia.

I.- Liditz

Recordemos que en Europa, durante los años 1939 – 1945, se desarrollaba la segunda guerra mundial, enfrentando a Alemania, Italia y Japón, coaligados contra la Unión Soviética, Inglaterra, Estados Unidos y prácticamente el resto de Europa. Para el año 1942 prácticamente todo el continente europeo se encontraba en manos de los alemanes nazis, pero enfrentaban frecuentes y lesivos ataques de la resistencia y los partisanos, acciones de saboteo que ahora serían categorizadas con la palabra de moda, “terrorismo.”

En Checoslovaquia la insurgencia no era la excepción. El 27 de mayo de 1942 Reinhard Heydrich, Obergruppensfuhrer de las SS y jefe del Reichssicherheitshauptamt (RSHA, Oficina Central para la Seguridad del Estado), sufrió un serio atentado con una granada mientras se dirigía en su carro descapotable hacia Holešovice, cerca de Praga. El ataque fue efectuado por los guerrilleros de la resistencia checa, Jan Kubis y Jozef Gabcik, entrenados por Inglaterra y lanzados en paracaídas en diciembre de 1941. El caso es que ambos soldados fueron exitosos en atentar contra la vida de Heydrich, – que como hemos visto por sus rimbombantes títulos, era todo un chivo – pues falleció en un hospital de Praga el 4 de junio, víctima de una septicemia.

Pero la represión contra el atentado no esperó a la muerte de Heydrich. Hitler mismo ordenó un conjunto de acciones represivas contra la población checa, siendo la más conocida de ellas el caso de Liditz.


El pueblo de Liditz antes de la guerra

Liditz era una pequeña población obrera a las afueras de Kladno y a unos 16 Km de Praga. Fue escogida para ser arrasada como ejemplo para los checos. En la tarde del 4 de junio un grupo de soldados registraron el pueblo, arreando a la población y sembrando unas pruebas ficticias en preparación de lo que venía. En la noche del 9, varios pelotones de soldados, SS y miembros de la Gestapo en su mayoría, hicieron un cordón alrededor del pueblo, acarrearon a todos los habitantes del poblado a la plaza, mientras saqueaban sistemáticamente las casas de los pobladores y encontrando las “pruebas.”

Mientras que las mujeres y los niños fueron conducidos a Kladno en camiones, toda la población masculina mayor de 15 años fue fusilada por una escuadra de exterminio, en total 192 personas. Luego el pueblo fue incendiado, demolidas las paredes que se resistían, desviado el río y creado un túmulo con los escombros, sepultando los cadáveres.


El pueblo, arrasado

La suerte de las mujeres y niños no fue mucho mejor. Los niños, separados de sus madres, fueron conducidos al guetto de Gneisenau en Lodz, donde se separaron 17 que podían ser “germanizados”, nada más por ser catires, mientras que los otros 82 murieron en el campo de Chelmo. Las 198 mujeres fueron enviadas al campo de concentración de Ravensbruck donde murieron unas 60, producto de los trabajos forzados y la cámara de gas. 

10 de Junio de 1942, los comandos de la SS posando para la cámara mientras incendian el pueblo

Los nazis no intentaron ocultar el atroz hecho a la población mundial. Comunicaron que habían fusilado a todos los hombres del pueblo, demolido sus casas hasta los cimientos y borrado el nombre del pueblo. La indignación mundial fue generalizada, prometiendo ayuda para su reconstrucción y hacer eterno su nombre.

Liditz, antes y después

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